¿Sentiste algo suelto en la boca mientras comías o cepillabas tus dientes y descubriste que era un empaste?
¡Tranquilo! Aunque un empaste dental caído no siempre representa una emergencia grave, sí requiere atención urgente para evitar molestias y complicaciones mayores.
En Movimiento Sonrisas, te explicamos qué hacer en este tipo de situación y por qué no debes dejarlo pasar.
Si se te ha caído una restauración dental, lo primero es mantener la calma y seguir estas recomendaciones:
Retira cuidadosamente cualquier resto suelto del empaste para evitar que lo tragues o mastiques accidentalmente.
Enjuaga tu boca con agua tibia, especialmente si hay sensibilidad o molestia.
Evita masticar del lado afectado para no dañar más el diente expuesto.
No intentes pegar el empaste por tu cuenta, ni uses remedios caseros como algodón o chicle.
Un empaste cumple la función de proteger una parte del diente que ha sido debilitada por caries o fractura. Cuando cae, deja expuesta esa zona, lo que puede traer complicaciones si no se actúa a tiempo:
Las bacterias pueden invadir el diente expuesto, provocando caries profundas o infecciones.
Puede aumentar la sensibilidad al frío, calor o presión.
El diente puede fracturarse aún más si no está protegido.
Retrasar la atención puede llevar a necesitar tratamientos más complejos, como endodoncia o incluso una corona.
En Movimiento Sonrisas, contamos con un equipo especializado en restauraciones dentales estéticas y funcionales.
Ofrecemos atención urgente para reponer tu empaste y asegurarnos de que tu diente esté protegido, sin dolor y como nuevo.
No ignores un empaste dental caído: cuanto antes se atienda, más simple y efectiva será la solución.
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